22/8/18

Visita Pastoral del Obispo de GDL a Tepatitlán 1776

Transcripción* de la Visita Pastoral del Obispo de Guadalajara, Fr. Antonio Alcalde, a Tepatitlán: 22 a 26 de Enero de 1776:



Fr. Antonio Alcalde por Jorge Monroy (detalle).


«En el día lunes veinte y dos de enero de mil setecientos setenta y seis años, Su Señoría Ilustrísima el Obispo mi Señor, en prosecución de su actual y general visita, como a las seis y media de la mañana salió en su coche del pueblo de Tzapotlán para el de Acatique, distante ocho leguas, a donde llegó a las once del día, y allí comió, y como a las tres de la tarde en la misma conformidad, salió del citado pueblo, que es de la jurisdicción del de Tecpatitlán, acompañado del bachiller don Carlos Vicente Vallarta, Cura interino y vicario juez eclesiástico de este pueblo, y a poca distancia de él salieron a cumplimentar a Su Señoría Ilustrísima el corregidor de dicho partido y los vecinos principales de él, en cuya conformidad llegó a él como a las cinco de la tarde, y en la puerta de la iglesia parroquial fue recibido por el citado Cura interino y vicario juez eclesiástico, bachiller don Carlos Vallarta, y habiendo entrado a ella y hecho oración, dio su bendición al pueblo y luego se retiró a la pieza destinada para su hospedaje y habitación.

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Auto general de visita
«En el pueblo de San Francisco de Tecpatitlán en veinte y tres días del mes de enero de mil setecientos setenta y seis años: Su Señoría Ilustrísima y Reverendísima, el Señor Maestro don fray Antonio Alcalde, del Sagrado Orden de Predicadores, Obispo de Guadalajara, Nuevo Reino de Galicia y de León, del Consejo de Su Majestad, etcétera, mi Señor; habiendo llegado a este pueblo el día de ayer en prosecuciónde su actual y general visita, para proceder al local de la iglesia parroquial, pasó a ella hoy día de la fecha, acompañado del corregidor de él, vecinos principales y demás común, a cuya puerta fue recibido en la forma que dispone el Ritual Romano, y habiendo entrado hizo oración y luego se revistió y dijo Misa rezada, la cual acabada en presencia de dicho corregidor y demás del concurso, se explicaron los santos fines de la visita y el Santo Sacramento de la Confirmación; y luego Su Señoría Ilustrísima, con capa morada, dio la conmemoración a los fieles difuntos y responsos acostumbrados, y con capa blanca visitó el Sagrario y depósito del Santísimo Sacramento; dio a adorar a Su Divina Majestad y lo volvió a depositar en el mismo Sagrario, donde halló un vaso con formas, la custodia y el rural, todo con la debida decencia y en conveniente forma. Visitó la lámpara, que halló ardiendo con aceite de coacoyule.
«Visitó el altar mayor y todos los de la iglesia, con sus aras y demás paramentos, en conveniente forma; pasó al bautisterio y en él visitó la pila bautismal, que halló con buenas cerraduras, como lo están las de la cajita en que se hallan las crismeras, bien proveídas, y asimismo la concha de plata con que se bautiza. Igualmente visitó la sacristía y en ella los ornamentos, alhajas de plata, ropa blanca y demás paramentos, que reconocidos por el orden del inventario que manifestó el actual Cura y vicario, se hallaron acorde con él, y haber todos los necesarios para el servicio de la iglesia, todos buenos y en debida forma, con lo cual se retiró Su Señoría Ilustrísima a la pieza destinada para su hospedaje, y mandó que se observe lo prevenido en los autos de la visita de los Ilustrísimos Señores Obispos, en cuanto a que se administre el Viático en el rural a los enfermos de fuera de la cabecera, sin que sea necesario que lo pidan cuando llamaren y también en cuanto a la enseñanza de la doctrina cristiana y oraciones a los indezuelos e indezuelas todos los días por medio del fiscal, y sobre que no se permita que algún eclesiástico secular o regular celebre el Santo Sacrificio de la Misa en enramada, y últimamente que así el actual vicario como sus sucesores cobren y recauden con toda exactitud la limosna correspondiente a las Misas de cuarta funeral de testamentos, las cuales por derecho tocan a la Mitra y la importancia de lo que colectare la remita oportunamente a manos de Su Señoría Ilustrísima.

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Personal del Cura
«El bachiller don Carlos Vicente Vallarta presentó sus títulos de Cura interino y vicario juez eclesiástico de este pueblo y su feligresía, despachados en conveniente forma por Su Señoría Ilustrísima, los cuales se dieron por visitados y se le devolvieron para su resguardo. Presentó, igualmente, los libros de su administración, conviene a saber el de bautismos, de casamientos y entierros, cuyas partidas reconocidas por menor, se advirtió que en el tiempo del presente Cura se ha faltado en algunas circunstancias al buen método que en el suyo observó el difunto bachiller don José Caro Galindo, en cuya atención mandó Su Señoría Ilustrísima que generalmente en el cuerpo de cada una de las citadas partidas se exprese el nombre del ministro que asiste el matrimonio, hace el bautismo o entierro, el cual firme la partida, como lo acostumbraba el dicho Cura difunto, para su mayor constancia en todo tiempo, y que en las de casamiento se expresen los días en que se han leído las amonestaciones; poniéndose las partidas en el lugar que corresponde y no en papeles sueltos como se dejan ver algunas, y que asimismo en las de entierro se expresen los Sacramentos que fueron administrados al enfermo, cuáles no y por qué causas, y en todas se exprese si hicieron testamento o no, y habiéndole hecho se exprese el día, mes y año de su otorgamiento, ante quién o quiénes quedan de albaceas y herederos, y las fundaciones de capellanías, legados y demás obras pías y mandas que hubiere dejado.
Presentó el libro de informaciones de indios del pueblo que se casan en esta feligresía y habiéndose reconocido estar muy sucintas, mandó Su Señoría Ilustrísima que en lo de adelante se pongan con más formalidad, asentándose en ellas que examinados los contrayentes y testigos en la doctrina cristiana y principales misterios de nuestra fe católica, y hallándose hábiles o instruidos en ella, se les recibió el juramento en forma y bajo de él se les tomaron sus declaraciones; y que los testigos determinen o individúen en las suyas el tiempo prefijo que ha de conocer a los contrayentes, cuya falta se ha advertido igualmente en las informaciones matrimoniales de españoles, mestizos, mulatos y demás castas, y en esa atención mandó Su Señoría Ilustrísima que en lo de adelante no se omita la citada expresión, y que en las informaciones de los indios, sus testigos declaren con individualidad y claridad si vieron morir o enterrar a los consortes difuntos, especialmente no habiendo enviudado en esta jurisdicción, de manera que no testificando la viudez con dos testigos de vista y fidedignos, no se proceda a la celebración del matrimonio hasta que se presenta la partida de entierro del marido o la mujer de quien son viudos, advirtiéndosele que siendo los pretendientes de origen de otra jurisdicción, una vez que conste por sus declaraciones que salieron de su patria en edad conveniente para contraer matrimonio y otro algún impedimento, aunque tenga cuatro o más años de vecindad en esta jurisdicción, libre requisitorio para que sean amonestados en la parroquia de su origen, y siendo éste en ajeno Obispado, dé cuenta con las diligencias a Su Señoría Ilustrísima o su vicario general para que se dé la providencia más conveniente.

«Padrón de 7,652 personas en 1,528 familias
«Presentó el citado Cura el padrón formado en el año próximo pasado de setecientos setenta y cuatro, en que se contienen todos los feligreses de este Curato, y componen el número de siete mil seiscientos cincuenta y dos personas entre párvulos y adultos, en un mil quinientas y treinta familias, en esta forma, como un mil personas en ciento y ochenta familias que habitan este pueblo y cabecera; y seis mil seiscientas cincuenta y dos en un mil trescientas cuarenta y ocho familias que habitan y residen en los ranchos, haciendas, pueblos y puestos de esta jurisdicción, que componen el número de cincuenta y siete, según se percibe en la visita presentada por el referido Cura con la expresión de las distancias a esta cabecera y vientos a que caen, lo cual reconocido mandó Su Señoría Ilustrísima que así el actual Cura y vicario, como los demás que le sucedieran, quedándose con una copia del padrón que formaren en cada un año, remita la original a la Secretaría de Cámara y Gobierno de Su Señoría Ilustrísima con su certificación al pie de si cumplieron o no los que debieron con el precepto de nuestra Santa Madre Iglesia.

«Aranceles
«Presentó igualmente una copia del despacho general de cordillera en que se contienen los aranceles común del Obispado, el de indios de pueblo que no dan tasación, y el de roturas de tierras con sus declaraciones hechas por el Ilustrísimo Señor [Gómez de] Parada, de buena memoria; asimismo, dos libros de gobierno en que se copian los edictos, cartas pastorales y otros despachos, y en el libro primero, las constituciones sinodales de este Obispado, lo cual se dio por visitado, y mandó Su Señoría Ilustrísima que de los dichos aranceles se ponga una copia en la iglesia o sacristía autorizada por el Cura y su notario, para que sus feligreses sepan lo que le han de satisfacer por los derechos de sus obvenciones.

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Fabrica espiritual
«El libro y cuentas de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción, también fundada en esta iglesia parroquial, cuyos fondos son 425 cabezas de ganado mayor, entrando 79 becerros y becerras del herradero, y el último prioste Manuel Christoval en las cuentas que dio el año de 75, salió alcanzado en 22 pesos, que también exhibió al Cura para el adorno de Nuestra Señora. Y el libro y cuentas de la cofradía de Nuestra Señora de la Concepción, fundada en el pueblo de Acatic, la cual tiene de fondos 361 cabezas de ganado mayor, inclusive 30 bueyes, 28 becerros y 34 becerras, 582 yeguas, 40 caballos, 18 mulas y 6 burros; y en las cuentas que dio el año de 74 el mayordomo Domingo Palma, el alcalde y principales de dicho pueblo salieron alcanzados en 353 pesos, 1 real, que mandó el vicario se pusiesen en el arca, para distribuirlos en los gastos de la iglesia de aquel pueblo, y reconocidos los ajustes y liquidaciones que de las cuentas de dichas cofradías se hicieron por el difunto vicario juez eclesiástico, bachiller don José Caro Galindo, y los que igualmente ha hecho el actual Cura y vicario interino, los aprobó Su Señoría Ilustrísima en cuanto ha lugar por derecho, y sin perjuicio de cualquiera error que pueda resultar, y declarando por legítimos los alcances que quedan relacionados, dio las debidas gracias a sus respectivos mayordomos, encargando a los nuevamente electos continúen con igual esmero y exactitud, procurando el mismo aumento de sus fondos y la seguridad de sus principales, para que sea mayor el culto de Dios Nuestro Señor, su Santísima Madre y Santos titulares, y que se dediquen con particular aplicación y celo al cobro de lo que a cada uno se está debiendo, y que por el enunciado mayordomo de la cofradía de Ánimas, se solicite finca segura sobre que imponer a réditos de cinco por ciento los trescientos y diez pesos que se hallan en el arca, previniendo a la persona que los quisiere que ha de formalizar su pretensión en la Secretaría de Cámara y Gobierno de Su Señoría Ilustrísima con los instrumentos de propiedad, valor y libertad de la finca sobre que los pretendientes, solicitando asimismo el cobro y satisfacción de los 50 pesos que deben los herederos de don Antonio Marín de la Torre, e igualmente se solicite la venta de las tierras que tiene la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, y la importancia de su valor se introduzca en la arca para su imposición en finca segura en la misma conformidad que queda prevenido.
Visitó Su Señoría Ilustrísima los libros y cuentas de la fábrica espiritual de esta iglesia parroquial que presentó su mayordomo don José Antonio de la Peña, a cuyo cargo ha corrido desde el mes de junio del año pasado de 765, y reconocidas por menor consta haber percibido 6 729 pesos, 6 reales y ganado 6 778 pesos, 7 reales, induciéndose las dependencias que ha manifestado, por lo que resulta alcanzada la fábrica en 49 pesos, 1 real, a favor del mayordomo, el cual ministró en diez años corridos 3 561 pesos, 5 reales para la fábrica material, y hoy se están debiendo a la fábrica por varios individuos 488 pesos, y aprobando Su Señoría Ilustrísima los ajustes y liquidaciones hechos en cada un año por el difunto vicario juez eclesiástico, declaró por legitimo el alcance de los 49 pesos, 1 real que resultan a favor del precitado mayordomo, mandó que lo ponga por primera partida en las cuentas de su data, para que se le satisfagan como corresponde, y que procure por todos los medios posibles el cobro de lo que se está debiendo a la fábrica, con la prudencia y discreción que se requiere, y con arreglo a lo mandado en el auto general de visita del Ilustrísimo Señor Obispo de esta diócesis doctor don Diego Rodríguez Rivas de Velasco, de buena memoria, dándole las gracias a dicho mayordomo por el celo y cristiandad con que se ha manejado en esta administración, y encargándole que continúe con igual esmero y exactitud en solicitud del culto divino.
Visitó el libro y cuentas de la cofradía de Nuestra Señora de la Soledad, sita y fundada en esta iglesia parroquial, presentado por su mayordomo don Francisco de Ibarra, la cual tiene de fondo 525 pesos de principal impuestos a réditos sobre finca seguras, y unas tierras que rara vez se arriendan, y sin embargo de estar mandado que se vendan, no ha habido quien las compre aun por menos de su valor.

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Cofradía de Ánimas
«Los libros y cuentas de la cofradía de Ánimas, sita en dicha parroquial, que presentó su mayordomo actual, en cuyas últimas cuentas resultó alcanzado don Ignacio Álvarez en 63 pesos, 2 reales a favor de la cofradía, la cual tiene de fondo 1 547 pesos en varios principales impuestos a réditos, menos 310 pesos que se hallan depositados en la arca de tres llaves por haberse redimido, y más de estos tiene 200 que reconoce don Domingo González, quien paga sus réditos mandando decir Misas con ellos por las ánimas, haciéndose dueño de esta acción por haber juntado él esta limosna con licencia del Cura difunto.

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Cofradía del Santísimo Sacramento
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Los libros y cuentas de la cofradía del Santísimo Sacramento, sita y fundada en la misma iglesia parroquial, cuyos fondos son 1,100 pesos en cuatro principales impuestos a réditos, y en el último ajuste resultó alcanzado don José Antonio de la Peña, su mayordomo, en 86 pesos, 3 reales que percibió el actual Cura interino para su distribución en el adorno y obra de la iglesia.
«Visitó las licencias de decir Misas, asimismo de predicar y confesar hombres y mujeres en lengua castellana del bachiller don Juan Manuel Romero, presbítero domiciliario de este Obispado, y un título que presentó de Capellán propietario de la capilla que fundaron don Juan y doña Gertrudis de la Mora Hurtado de Mendoza, padre e hija, vecinos que fueron de esta jurisdicción, de cinco mil pesos de principal, y doscientos y cincuenta de renta anual, impuestos los 2 mil sobre la hacienda nombrada el Carrizo, y otra labor nombrada Mesticatán, en jurisdicción de Cuquío, 1 200 pesos en la hacienda del Sitio de los Cerritos perteneciente a don José de la Mora, en esta jurisdicción; un mil sobre una posesión de casas perteneciente a los susodichos en la ciudad de Guadalajara, en el barrio del convento de San Agustín, haciendo frente con las que pertenecen al convento de San Juan de Dios; y los 800 restantes que reconocen los herederos de dichos fundadores sobre la hacienda nombrada de San José, en jurisdicción del pueblo de Jalostotitlán, perteneciente a don Luis Antonio Casillas, con obligación el capellán de rendir en la hacienda de Mazatitán, y de decir en cada un año treinta Misas rezadas, las 9 en el novenario de Nuestra Señora de los Dolores, y las 21 restantes en los días y lugar que dicho capellán quisiere, el cual expresa haber cumplido con las citadas obligaciones.

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Cofradía de Nuestra Señora de la Concepción
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Testamento. Visitó Su Señoría Ilustrísima el testamento so cuya disposición falleció don Pedro José Navarro, originario de esta jurisdicción, instituyendo por sus albaceas a don Francisco Casillas y doña Augustina Casillas, su esposa, y por sus herederos a sus hijos; cuyo albacea exhibió y presentó recibos de haber mandado decir cincuenta y ocho Misas de a peso y entregó veinte pesos para la cuarta funeral, a lo cual destinó el difunto el remanente del quinto. El de don José Asencio Romero y Chávez en que instituyó por sus albaceas a su esposa doña Ana Guerra y a don José de la Torre, y por herederos a sus hijos, sin dejar manda piadosa. El de Basilio Díaz Castellanos, vecino de esta jurisdicción, instituyendo por sus albaceas a Marcida Violante su mujer, y a don José Antonio Álvarez, con los recibos correspondientes de que consta estar cumplidas las mandas que dejó. La memoria testamentaria so cuya disposición falleció don Diego Gutiérrez y Galindo, instituyendo por sus albaceas testamentarios a don Miguel Antonio de Estrada y Aceves, a don Alonso José Arias de Puga, y a don Juan Antonio Gutiérrez, y por herederos a sus hijos legítimos, la cual se presentó con los inventarios y recibos de haberse cumplido las mandas y legados píos. Y la memoria testamentaria, so cuya disposición falleció don Teodoro Padilla, vecino que fue de esta jurisdicción, instituyendo por sus albaceas a don José Manuel Padilla su hijo, y a don Joachín Veles su yerno, y por herederos a sus hijos legítimos, del cual se exhibieron doce recibos de las mandas forzosas; y reconocidas las cláusulas y recibos presentados, los declaró Su Señoría Ilustrísima por cumplidos y pagados en cuanto toca a la jurisdicción eclesiástica mandando se les devolviesen para su resguardo.
«Visitó el título de notario público de este pueblo que presentó don José Miguel de Anda, y lo dio Su Señoría Ilustrísima por visitado, dándole facultad para que en sus ausencias y enfermedades pueda nombrar un sustito a satisfacción del señor Cura y vicario de esta feligresía.
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Visitó el título de mayordomo de la fábrica espiritual de la iglesia parroquial de este pueblo, que presentó don José Antonio de la Peña y Tovar, a quien se le devolvió para su resguardo.
«El bachiller don José Manuel de Iriarte, presbítero teniente de Cura de este pueblo, presentó sus licencias de predicar, confesar y Sacramentos en lengua castellana, las que se hallaron corrientes, y asimismo la de decir Misa, que por estar cumplida, mandó Su Señoría Ilustrísima se le refrendase por el tiempo de la voluntad de Su Señoría Ilustrísima y sin perjuicio del derecho parroquial; igualmente presentó un título de capellán propietario de la capellanía que fundó don Martín de Septién y Montero, vecino de la ciudad de Guanajuato, de cuatro mil pesos de principal y doscientos de renta anual, impuestos sobre las haciendas, portales, y las tiendas del colegio de San Agustín de la ciudad de Guadalajara, con obligación de veinte y cinco Misas rezadas, tres en el mes de enero y dos en cada uno de los meses del año, en la iglesia, altar y día que al capellán pareciere, con las cuales expresa haber cumplido y estar corrientes sus réditos.
«Visitó la memoria testamentaria de don Antonio Martín de la Torre en que instituyó por sus albaceas a Manuel y Anna Gertrudis de la Torre, y por sus herederos a sus hijos, y reconocidas sus cláusulas y recibos, mandó Su Señoría Ilustrísima que inmediatamente se satisfagan los cincuenta pesos que se deben a la Cofradía de Ánimas, en cuya conformidad y no de otra manera desde ahora para entonces lo declaró por cumplido y pagado en cuanto toca a la jurisdicción eclesiástica, mandando que el Cura y vicario cuide de la satisfacción de dicha cantidad.
«El bachiller don Tadeo Romero, también presbítero de este pueblo, presentó dos títulos de capellán propietario de dos capellanías, la una que fundó don Lucas Romero y Chávez, vecino que fue de esta jurisdicción, de 2 mil pesos de principal y 200 de renta anual impuestos sobre la hacienda nombrada los Palos Altos, que fue del fundador en esta jurisdicción, con obligación de veinte Misas rezadas en cada un año, las 9 en las festividades de Nuestra Señora, y las 11 restantes en los días que el capellán quisiere, y otra también de dos mil pesos, que fundó doña Gertrudis Leonor de la Mora, vecina de esta feligresía, impuestos sobre un sitio de ganado mayor poco más, nombrado los Ocotes, medio sitio en la orilla del río Verde cercado de piedra a excepción de la labor con los huecos que le pertenecían, y cinco caballerías de tierras en el sitio de Tequililla, con más de cien ojos de agua, perteneciente a don Juan Lucas Gómez, con cargo de 25 Misas rezadas, las catorce sucesivamente en la hacienda de Mazatitlán, donde se venera el señor de Ismiquilpa, comenzándolas el día 6 de mayo hasta el día 19 del mismo, y las 11 restantes en los días 19 de cada mes; los cuales se dieron por visitados por haber expresado el referido bachiller haber cumplido con la citada obligación y estar corrientes sus réditos.
«El bachiller don José Viscayno, presbítero, teniente de Cura de este pueblo, presentó sus licencias de decir Misas, así mismo de predicar, confesar y administrar Sacramentos en lengua castellana, y por estar cumplidos y haber sido examinado y aprobado en las materias morales, mandó Su Señoría Ilustrísima se le refrendasen como se le refrendaron por el tiempo de dos años y sin perjuicio del derecho parroquial.

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La Capilla del Cerrogordo
«Don Manuel González de Castañeda, vecino de la ciudad de Guadalajara, presentó la licencia de decir Misas, oír confesiones, dar la Comunión a los que por devoción la pidieren y a los que por justas causas obtuvieren licencia del Cura para cumplir con los preceptos de confesión y comunión, bautizar, casar y dar sepultura eclesiástica en caso de urgente necesidad en dicha capilla, la cual se dio por visitada, como también la de decir Misa en la capilla de la hacienda nombrada Masatitán, sita en esta jurisdicción, que presentó el bachiller don José Manuel Romero, Presbítero, capellán de ella.
«Y por tocante a la cofradía de las Ánimas, de que exhibió don Domingo Gonzales los 200 pesos que reconocía y cuyos réditos convertía en Misas rezadas por las Ánimas, con 36 pesos 5 reales que expuso haber juntado más de limosna, y tener en su poder dos reses y otras limosnas y está pronto a entregar al mayordomo, para que hecho todo un principal se imponga a favor de la cofradía, dándole Su Señoría Ilustrísima las gracias por su lado, mandó se depositen los dichos 236 pesos, 5 reales en el arca ínterin se facilita su imposición en finca cierta y segura, y para que se cumplan de algún modo las piadosas intenciones del referido y lograr las Ánimas mayor alivio, mandó Su Señoría Ilustrísima que a más de las doce Misas que se celebran conforme a las constituciones, se celebren otras doce cantadas, de modo de que haya dos en cada mes con el estipendio y limosna de dos pesos por cada una, lo cual se añade por constitución a la dicha cofradía; y que los 353 pesos, 1 real, que hay sobrantes en la cofradía del pueblo de Acatique se impongan igualmente en finca segura si no es que se necesitan para algún gasto preciso y necesario de la iglesia de aquel pueblo, porque siendo así, se ejecute y gaste con anuencia e intervención del vicario, y con la licencia que se deberá impetrar para ello de Su Señoría Ilustrísima.
«Visitó el testamento so cuya disposición falleció doña Gertrudis Leonor de la Mora, vecina que fue de esta jurisdicción, instituyendo por sus albaceas al bachiller don Tadeo Romero y a don Ignacio de la Mora, su hermano, y por su universal heredero al Señor de Ismiquilpan, que se venera en la hacienda de Masatitlán, en la conformidad que se expresa, y reconocidas sus cláusulas y recibos presentados, dijo Su Señoría Ilustrísima que mandaba y mandó que luego inmediatamente se proceda por los albaceas a la facción de inventarios de los bienes que dejó la susodicha, para que purificado el quinto con su residuo líquido se funde el ramo de capellanías, exhibiendo en la clavería de la Santa Iglesia Catedral el principal para su imposición en finca segura y de la satisfacción de Su Señoría Ilustrísima, que solicitarán los referidos albaceas, sobre cuyo cumplimiento esté a la mira el vicario juez eclesiástico, para que, verificado, dé cuenta a Su Señoría Ilustrísima y verificado todo desde ahora para entonces lo declaró Su Señoría Ilustrísima por cumplido y pagado en cuanto toca a la jurisdicción eclesiástica.
«Asimismo, en los días que Su Señoría Ilustrísima se mantuvo en este Curato y celebró el Santo Sacramento de la Confirmación, y lo confirió a 6,258 personas, que se asentaron en un cuaderno, y firmado de Su Señoría Ilustrísima se entregó al Cura y vicario.
El bachiller Tadeo Romero, Presbítero, presentó sus licencias de decir Misa, así mismo de predicar, confesar y administrar Sacramentos en lengua castellana, y por estar próximo a cumplirse el termino por el que se le concedieron, se las amplía Su Señoría Ilustrísima para que use de ellas hasta el día de la Ascensión de nuestro Señor de este corriente año.
Visitó igualmente Su Señoría Ilustrísima el libro y cuentas de la fábrica material de esta iglesia parroquial, que ha corrido a cargo del actual Cura y vicario, cuyas cuentas reconocidas resulta alcanzada la fábrica en 361 pesos que mandó Su Señoría Ilustrísima ponga por primera partida en las cuentas de su data, y concedió su licencia para que de los sobrantes de la fábrica espiritual y cofradías de este pueblo se haga primero un ornamento negro, después las vidrieras de las ventanas de la iglesia, después dos alfombras, luego los canceles de las puertas de la iglesia, después las campanas que se necesitan y luego se haga el enlosado o entablado de la iglesia; lo cual se haga por el orden que va expresado, llevándose cuenta y razón para darla cuando convenga.
«Últimamente se procedió a la visita secreta, de que no resulto cosa digna de reparo, y para el cumplimiento de lo contenido en este auto, mandó Su Señoría Ilustrísima se le notifique al Cura y se ponga testimonio de él en el libro de bautismos y así lo provea, mandó y firmó.


«Fray Antonio, Obispo de Guadalajara

«En el pueblo de San Francisco de Tecpactitlán, a veinte y seis días de enero de mil setecientos setenta y seis años, en conformidad de lo mandado en el auto antecedente, yo el infrascrito notario mayor y de visita lo notifique e hice saber al bachiller don Carlos Vicente de Vallarta, que entendido de su contenido dijo lo oye y que cumplirá con lo que se le manda, y lo firmó, de que doy fe.

«Bachiller Carlos Vicente Vallarta [rúbrica]
«Blas de Silva [rúbrica] Notario mayor»

Autógrafo del Br. Carlos Vicente Vallarta.

* «Boletín Eclesiástico del Arzobispado de Guadalajara», Año XII, No.7, Julio 2018.
Transcripción por Antonio Gutiérrez Gutiérrez.
(Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara, Sección: Gobierno, Serie: Visitas Pastorales, Caja: 5).