5/9/16

Prisciliano M. BENÍTEZ

Coronel Prisciliano M Benitez
PRISCILIANO MARÍA BENÍTEZ ARIAS
(1843–1905)

Hijo del Lic. Apolonio Benítez Nungaray, y de su esposa Josefa Arias Cuevas.

Nació en Tizapán el Alto (Jalisco), el 4 de Noviembre de 1843. En 1854 ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara para emprender sus estudios de bachillerato; el 14 de Febrero de 1858 fue a la Garita de San Pedro (Tlaquepaque), en compañía de su medio-hermano y de otros amigos del Seminario, para ver el arribo del Presidente Lic. Benito Juárez a Guadalajara.

Participó como voluntario en la Guerra de Tres Años (18571861) defendiendo la causa liberal; más adelante, como Oficial, se integró a las fuerzas republicanas en contra del invasor frances y del fugaz Segundo Imperio. Hacia 1871 se adhirió al «Plan de La Noria» en apoyo al Gral. Porfirio Díaz, al cual, conoció personalmente más tarde, en 1872, y con quien entabló muy buena amistad desde entonces.

Fué ascendiendo en la milicia, alcanzando el grado de Coronel por méritos en campaña, ratificado por el Presidente Gral. Porfirio Díaz en 1877. 

Más adelante fue Prefecto Político del Estado de Colima, nombrado al término de su gestión en 1888 como «Ciudadano Colimense Honorario» por la legislatura local en reconocimiento a sus servicios; y propuesto como candidato al gobierno de la misma entidad, contendiendo contra el Coronel Francisco Santa Cruz (18361902), quien finalmente resultó vencedor en las elecciones.

El 12 de Septiembre de 1890 fue nombrado como Jefe Político de Guadalajara; entre sus múltiples logros, destaca el haber desmantelado a dos importantes gavillas de asaltantes, aprendiéndoles y logrando imponer orden tanto en Guadalajara como en Zapotlanejo. 

En reconocimiento a sus importantes éxitos, el Presidente Díaz le integró como miembro de su Estado Mayor en 1891, encargándole importantes misiones.

En 1895, el Presidente Díaz le nombró como Jefe Político de la ciudad de Oaxaca, para apoyar al entonces gobernador, General Martín González; residiendo en Oaxaca desde aquel año de 1895 y hasta 1901. Entre las obras materiales que entonces se concluyeron en aquella capital bajo supervision del Coronel Benítez, destacan: la pequeña fuente de San Juanito, la entonces Calzada Porfirio Díaz, la Cárcel Municipal, las Oficinas de los Juzgados, el ala sur del Instituto del Estado, la Estatua de Miguel Hidalgo, y la entonces Calzada Morelos. En 1901 antes de solicitar su retiro como Jefe Político de aquella ciudad, el Coronel Benítez participó, junto con el ya citado Gobernador González, en la remodelación de la Plaza Mayor, siendo el actual quiosco de la misma, un mudo testigo de aquella obra que ha permanecido hasta nuestros días.

Fue también Diputado por Jalisco al Congreso de la Unión en varias legislaturas.

En 1903 recibio su Patente de Retiro del Ejército con el grado de Coronel del Ejercito Permanente.

El Coronel Prisciliano M. Benítez casó en Guadalajara, el año de 1889, con Mariana Ibarra Colaso (hija de Antonio Ibarra Esparza, y de Antonia Colaso Patiño); siendo padres, entre otros, del notable historiador tapatío Ing. José R. Benítez Ibarra (18801957).

Falleció en Guadalajara, el 30 de Julio de 1905; sus restos mortales partieron de la casa de su morada situada en el número 32 de la calle del Santuario, siendo inhumado en el Panteón de Mezquitán.

31/7/16

Martín SOUZA

Martin Souza - Educador
MARTÍN SOUZA MALDONADO
(1847–1928)

Hijo de Martín Souza Cabello y de Rosa Maldonado Santa María.


Nació en Guadalajara en Julio de 1847. Estudió en el Seminario Conciliar de Guadalajara y una vez graduado ocupó diversos trabajos. Pacificado el país, hacia 1876, se instituyeron diversos centros educativos particulares en los que, además, se incluyó la enseñanza religiosa. Así fue como Martín Souza fundó el «Colegio de la Purísima Concepción», siendo su primer Director. 


El «Colegio de la Purísima Concepción», en su género, fue el mejor de Guadalajara por la calidad de sus maestros y por el método de enseñanza perfeccionado por Souza mediante el cual, se brindaba atención personalizada a cada uno de sus alumnos, siguiendo el proceso educativo a través no sólo de la teoría, sino de la práctica, lo cual, produjo un rápido aprovechamiento de los educandos.



Profesor Martin Souza - Autografo

Según el Plan de Estudios diseñado por el mismo Souza, las enseñanzas primaria y secundaria consistían de las siguientes materias:
Instrucción Primaria: Religión, Moral, Urbanidad, Lectura, Escritura y Caligrafía, Inglés, Francés, Aritmética, Dibujo Lineal y Natural, Canto y Música. 
Instrucción Secundaria: Historia Sagrada y Religión, Gramática Castellana, Latín, Inglés, Francés, Álgebra y Geometría, Teneduría de Libros (Contabilidad), y Geografía: Física, Descriptiva y Astronómmica.
El Lic. José López-Portillo y Rojas (1850–1923), en su discurso pronunciado en la Ceremonia de Clausura del Curso de 1882 dijo:
«¡Admirable es el espectáculo que tenemos delante de los ojos! Estos niños que nos rodean y acaban de ser examinados, han manifestado aptitudes y conocimientos, que han superado a nuestras esperanzas más lisonjeras. Aún no salen de la infancia, y saben más que muchos hombres ya formados; son niños por sus años y hombres por sus luces...»
Entre sus alumnos, se pueden mencionar los siguientes: el distinguido abogado Lic. Antonio Pérez-Verdía Fernández (18761958), uno de los fundadores de la Barra Mexicana de Abogados y su primer Presidente; el laureado fotógrafo Ignacio Gómez Gallardo (18771945); el hacendado Manuel Capetillo Villaseñor (1878–?), el distinguido médico Dr. Juan Campos Kunhardt (18781942), Catedrático y Director de la Facultad de Medicina de la Universidad de Guadalajara, miembro de la Academia Nacional de Medicina y Rector de la Universidad de Guadalajara (10 de Agosto de 1929 - 22 de Julio de 1930); el historiador, prolífico escritor y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua, Ing. José R. Benítez Ibarra (18801957); etc.

El Ing. Benítez recuerda, en su libro de Memorias
a su admirado maestro don Martín Souza con las siguientes palabras:
«¡Qué impresión me causó la presencia de mi nuevo maestro! Alto, fornido, vestido de negro, cubriéndose con un blusón de lino como el que usan los boticarios. Su gran barba sedosa y su frente un poco calva me habrían parecido, si yo hubiera tenido entonces algunos conocimientos de iconografía, un San Pablo de alguna vieja catedral gótica. Tenía don Martín un aire de superioridad tranquila; una dulzura paternal en todas sus palabras y unos modales de hombre educado con exquisitez... 
 «He dicho maestro y he dicho mal; don Martín no fue un maestro, fue algo más; el forjador de cuatro generaciones de una sociedad que conservó su equilibrio de castas, en las que la aristocracia mejor, fue la del talento.» 
El Profesor Martín Souza Maldonado, perdió el sentido del oído en sus últimos años; habiendo casado previamente con Dolores Sarabia Véjar, murió en su natal Guadalajara, el 11 de Septiembre de 1928.

19/2/16

Dionisio RODRÍGUEZ

Dionisio_Rodríguez_Impresor_Benefactor
DIONISIO RODRÍGUEZ DEL CASTILLO
(18101877)


Hijo de José Mariano Rodríguez Contreras y de Antonia del Castillo Ulloa.

Nació en Guadalajara el 3 de Abril de 1810. Estudió en el Seminario Conciliar de Guadalajara, fue su maestro el distinguido Presbítero Arcadio Cairo, siendo entonces rector el Dr. José Miguel Gordoa y Barrios (1777-1832), futuro Obispo de Guadalajara; una vez graduado del seminario, siguió la carrera de Leyes, haciendo sus prácticas con el Licenciado Apolonio Arroyo, recibiéndose como Abogado el 28 de Junio de 1835 por la Universidad de Guadalajara.

Fue Secretario del Ayuntamiento tapatío, y más tarde Secretario de la Junta Departamental Jalisciense, demostrando en ambos puestos una actitud muy especial y honradez acrisolada. 

Al morir su padre, el 22 de Abril de 1835, le dejó como herencia una imprenta la cual conservó hasta su muerte, habiéndola colocado como una de las mejores de la República. Empleó este medio de difusión para llevar la instrucción pública a toda la población. No hubo empresa humanitaria ni proyecto útil a la sociedad que no contara con sus servicios, siendo siempre entre sus primeros y más entusiastas colaboradores. Durante este casi medio siglo, imprimió alrededor de 600 títulos, entre hojas sueltas, folletos y libros. 

Sus servicios personales y sus recursos pecuniarios, junto con su vida misma, estuvieron consagrados a la sociedad en que vivía. Nunca casó, y su familia la constituían los pobres y los desheredados.

Fue diputado al Congreso del Estado en 1846 y, más adelante hizo un viaje por las principales ciudades de los Estados Unidos de América y de Europa, con objeto de estudiar los sistemas educativos aplicados en los asilos y penitenciarías de las diversas ciudades que visitó.

La creación de la Escuela de Artes y Oficios de Guadalajara fue iniciada por él.

A su regreso a Guadalajara, visitaba con frecuencia las cárceles del estado, reuniendo en su rededor a los presos, a quienes adoctrinaba y consolaba con un lenguaje sencillo y lleno de bonhomía.

Durante el sitio de Guadalajara en 1860 prestó auxilio humanitario a los habitantes de la ciudad para que aliviar sus numerosas necesidades.

La fundación del llamado «Calendario de Rodríguez» en 1868 es una de las mejores contribuciones al perfeccionamiento de los conocimientos decimonónicos jaliscienses. Obra que siguió el modelo del «Calendario de Galván», que entonces se editaba en la Ciudad de México. Mientras que él vivió, lo regalaba a sus amigos y clientes, pero nunca dejó de publicarse porque llegó a convertirse en texto indispensable por su información completa sobre el comportamiento del tiempo, los días festivos y asuntos de interés general.

Procuró siempre conjuntar los ideales de progreso y bondad entre las diferencias entre el gobierno civil y el estado eclesiástico cuando hubo dificultades, intermediando entre las partes en busca de soluciones pacíficas.

En 1870 tomó parte activa en la reforma de la Penitenciaría del Estado de Jalisco, creando un reglamento para su gobierno interior; fue gracias a sus conocimientos adquiridos en su viaje al extranjero y a su cooperación, que se llevó a cabo la erección de la misma, siendo una institución modelo en su época.

Se consagró igualmente a la reedificación de los hospitales de Guadalajara (deteriorados por las numerosas guerras civiles), dirigiendo él mismo las obras. Promovió el establecimiento de las Hermanas de la Caridad en Guadalajara para que se encargaran de las diversas obras de beneficencia.

Falleció en su ciudad natal el 1° de Mayo de 1877. Sus honras fúnebres no se hicieron esperar y, a su sepelio acudieron más de 15,000 personas (en una ciudad que entonces contaba tan sólo con 80,000 habitantes).

El Congreso del Estado de Jalisco le declaró por unánime votación como Benemérito del Estado en su Sesión Solemne celebrada al día siguiente de su muerte, esto es, el 2 de Mayo de 1877; iniciativa que aprobó y decretó, en esa misma fecha, el entonces Gobernador, Lic. Jesús Leandro Camarena (1832–1889).

Sus restos mortales descansan desde entonces en el Panteón de Belén; su lápida sepulcral lleva un elocuente epitafio latino obra del erudito Lic. Agustín Fernández Villa (1828–1893).

Uno de los póstumos homenajes fue la publicación, en su propia imprenta, de una obra de setenta páginas titulada: «Al Sr. Lic. D. Dionisio Rodríguez, Corona Fúnebre a su preclara memoria», obra en la que aparecen semblanzas de los principales jurisconsultos de la época, como: Rafael Arroyo de Anda, Jesús López-Portillo, Trinidad Verea, José López-Portillo y Rojas, y Pablo Ochoa.

Entre los impresos más significativos salidos de la célebre Tipografía de D. Rodríguez, se destacan dos: el «Reglamento para las escuelas municipales de esta capital y pueblos suburbios» (Guadalajara: Imp. de Dionisio Rodríguez, 1835), y la «Biografía del Illmo. Sr. Don Fray Antonio Alcalde» (Guadalajara: Tip. de D. Rodríguez, 1875).

«El impresor tapatío más sobresaliente del Siglo XIX.» 

Jaime Olveda Legaspi, 2010.



Antonia FLORES

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ANTONIA FLORES ROJAS
(18541902)

Hija de Ignacio Flores Fuentes y de María Rojas Aguayo.

Nació en Guadalajara el 23 de Marzo de 1854. Cursós sus estudios en su ciudad natal, siguiendo su vocación por la enseñanza, se recibió el 22 de Enero de 1871 como Preceptora de Primer Orden. Más adelante fue Directora de la Escuela Lancasteriana «Virtud», así como también desempeñó el mismpo puesto en la 6a. Escuela Municipal de Niñas, y en el Liceo de Niñas del Estado de Jalisco; sirvió en dicho puesto entre 1879 y 1894 con «inteligencia, celo y discreción admirables».

El Liceo de Niñas del Estado y Escuela Normal de Profesoras dieron origen a lo que más tarde sería la Escuela Normal de Jalisco. A éste rubro educativo referente a la educación femenina, el gobernador Coronel Francisco Santa Cruz (18361902), en su Informe de Gobierno del 2 de Febrero de 1893, hace la siguiente mención, respecto del año 1892:
«...un estado floreciente bajo la dirección de la profesora Antonia Flores, pues en el año escolar 1891-1892 recibieron títulos de preceptoras de primer orden siete jóvenes, y pasaron a la Escuela Normal, por haber concluido sus estudios de Instrucción Primaria elemental en la Escuela Práctica Anexa».
Falleció en su ciudad natal a los cuarenta y siete años, el 1° de Marzo de 1902.

Su retrato al óleo sobre tela, por Decreto del Gobierno del Estado, pasó a formar parte de la Galería de Jaliscienses Ilustres en 1903, para ejemplo de la juventud y memoria perpétua de sus aportaciones en pro de la educación femenina jalisciense; retrato que fue develado en una ceremonia cívica presidida por el entonces Gobernador, Coronel Miguel Ahumada (18441917).

Actualmente, este retrato se exhibe en una de las salas del Museo Regional de Guadalajara.

José Jorge VÁZQUEZ-TAGLE

Jose_Jorge_Vazquez-Tagle
JOSÉ JORGE VÁZQUEZ-TAGLE
(19251998)


Hijo de José Vázquez-Tagle Gómez y de María Santiago Meza.

Nació el 26 de Agosto de 1925 en la Hacienda Labor de Rivera (Teuchitlán, Jalisco). Su familia pasó a radicar a Guadalajara, lugar donde recibió su educación. Comenzó a trabajar como asistente de Relaciones Públicas de los directivos del Ingenio de San Francisco de Ameca (Jalisco), y mas tarde, fue el Jefe del área mencionada. Es durante este periodo que comienza a desenvolverse en los diversos círculos sociales que convergían en los temas respecto de los ingenios azucareros. 

Hacia la década de los 1950s demostró su interés por el periodismo social (que entonces comenzó a ponerse de moda en la capital de la repúcblica), colaborando con algunas publicaciones culturales. Mas tarde, ingresó como Columnista Social del reconocido diario tapatío «El Occidental» (diario fundado el 5 de Agosto de 1942 en la ciudad de Guadalajara), donde pronto destacó de entre sus colegas por la versatilidad de artículos presentados, ya que no sólo narraba el acontecer social tapatío y jalisciense, sino que, tuvo la visión de conectarse con los importantes círculos sociales de la Ciudad de México, razón por la que también abordó el acontecer de aquella sociedad, muchas veces vinculada con la jalisciense por lazos familiares, políticos, artísticos, culturales y/o de negocios.

Apasionado además por la Genealogía, utilizó esta Ciencia Auxiliar de la Historia para ir desentramando las complicadas redes sociales de los diversos círculos jaliscienses y sus nexos con los círculos nacionales e internacionales.

Su columna titulada «Televisor Social» fue la más leída e influyente de su tiempo en todo Jalisco, ya que a través de ella, desfilaron no sólo personalidades sociales, sino también diplomáticos, autoridades religiosas y civiles, hombres de negocios, emprendedores, deportistas, artistas de las bellas artes y del séptimo arte; así como miembros de las familias jaliscienses de tradición y de la antigua aristocracia europea que pasaron por Guadalajara. 

Además del diario «El Occidental» destacan sus publicaciones en revistas tapatías de prestigio de entonces como «El Mundo desde Guadalajara» o «Mundo Social»; también fue colaborador esporádico de la revista «Social» de la Ciudad de México.

El 31 de Mayo de 1950 contrajo matrimonio en Guadalajara con Elena Silva Santos, con sucesión. 

La distinguida artista californiana Jane Nordin le pintó su retrato al óleo sobre tela, obra exhibida en diversas exposiciones al respecto. 

Falleció el 12 de Diciembre de 1998 en su residencia de la Colonia Lafayette de Guadalajara, ubicada en el Número 1826 de la calle José Guadalupe Zuno (antes Avenida del Bosque), C.P. 44160.