(1843–1905)
Hijo del Lic. Apolonio Benítez Nungaray, y de su esposa Josefa Arias Cuevas.
Nació en Tizapán el Alto (Jalisco), el 4 de Noviembre de 1843. En 1854 ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara para emprender sus estudios de bachillerato; el 14 de Febrero de 1858 fue a la Garita de San Pedro (Tlaquepaque), en compañía de su medio-hermano y de otros amigos del Seminario, para ver el arribo del Presidente Lic. Benito Juárez a Guadalajara.
Participó como voluntario en la Guerra de Tres Años (1857–1861) defendiendo la causa liberal; más adelante, como Oficial, se integró a las fuerzas republicanas en contra del invasor frances y del fugaz Segundo Imperio. Hacia 1871 se adhirió al «Plan de La Noria» en apoyo al Gral. Porfirio Díaz, al cual, conoció personalmente más tarde, en 1872, y con quien entabló muy buena amistad desde entonces.
Fué ascendiendo en la milicia, alcanzando el grado de Coronel por méritos en campaña, ratificado por el Presidente Gral. Porfirio Díaz en 1877.
Más adelante fue Prefecto Político del Estado de Colima, nombrado al término de su gestión en 1888 como «Ciudadano Colimense Honorario» por la legislatura local en reconocimiento a sus servicios; y propuesto como candidato al gobierno de la misma entidad, contendiendo contra el Coronel Francisco Santa Cruz (1836–1902), quien finalmente resultó vencedor en las elecciones.
El 12 de Septiembre de 1890 fue nombrado como Jefe Político de Guadalajara; entre sus múltiples logros, destaca el haber desmantelado a dos importantes gavillas de asaltantes, aprendiéndoles y logrando imponer orden tanto en Guadalajara como en Zapotlanejo.
En reconocimiento a sus importantes éxitos, el Presidente Díaz le integró como miembro de su Estado Mayor en 1891, encargándole importantes misiones.
En 1895, el Presidente Díaz le nombró como Jefe Político de la ciudad de Oaxaca, para apoyar al entonces gobernador, General Martín González; residiendo en Oaxaca desde aquel año de 1895 y hasta 1901. Entre las obras materiales que entonces se concluyeron en aquella capital bajo supervision del Coronel Benítez, destacan: la pequeña fuente de San Juanito, la entonces Calzada Porfirio Díaz, la Cárcel Municipal, las Oficinas de los Juzgados, el ala sur del Instituto del Estado, la Estatua de Miguel Hidalgo, y la entonces Calzada Morelos. En 1901 antes de solicitar su retiro como Jefe Político de aquella ciudad, el Coronel Benítez participó, junto con el ya citado Gobernador González, en la remodelación de la Plaza Mayor, siendo el actual quiosco de la misma, un mudo testigo de aquella obra que ha permanecido hasta nuestros días.
Fue también Diputado por Jalisco al Congreso de la Unión en varias legislaturas.
En 1903 recibio su Patente de Retiro del Ejército con el grado de Coronel del Ejercito Permanente.
El Coronel Prisciliano M. Benítez casó en Guadalajara, el año de 1889, con Mariana Ibarra Colaso (hija de Antonio Ibarra Esparza, y de Antonia Colaso Patiño); siendo padres, entre otros, del notable historiador tapatío Ing. José R. Benítez Ibarra (1880–1957).
Falleció en Guadalajara, el 30 de Julio de 1905; sus restos mortales partieron de la casa de su morada situada en el número 32 de la calle del Santuario, siendo inhumado en el Panteón de Mezquitán.
Nació en Tizapán el Alto (Jalisco), el 4 de Noviembre de 1843. En 1854 ingresó al Seminario Conciliar de Guadalajara para emprender sus estudios de bachillerato; el 14 de Febrero de 1858 fue a la Garita de San Pedro (Tlaquepaque), en compañía de su medio-hermano y de otros amigos del Seminario, para ver el arribo del Presidente Lic. Benito Juárez a Guadalajara.
Participó como voluntario en la Guerra de Tres Años (1857–1861) defendiendo la causa liberal; más adelante, como Oficial, se integró a las fuerzas republicanas en contra del invasor frances y del fugaz Segundo Imperio. Hacia 1871 se adhirió al «Plan de La Noria» en apoyo al Gral. Porfirio Díaz, al cual, conoció personalmente más tarde, en 1872, y con quien entabló muy buena amistad desde entonces.
Fué ascendiendo en la milicia, alcanzando el grado de Coronel por méritos en campaña, ratificado por el Presidente Gral. Porfirio Díaz en 1877.
Más adelante fue Prefecto Político del Estado de Colima, nombrado al término de su gestión en 1888 como «Ciudadano Colimense Honorario» por la legislatura local en reconocimiento a sus servicios; y propuesto como candidato al gobierno de la misma entidad, contendiendo contra el Coronel Francisco Santa Cruz (1836–1902), quien finalmente resultó vencedor en las elecciones.
El 12 de Septiembre de 1890 fue nombrado como Jefe Político de Guadalajara; entre sus múltiples logros, destaca el haber desmantelado a dos importantes gavillas de asaltantes, aprendiéndoles y logrando imponer orden tanto en Guadalajara como en Zapotlanejo.
En reconocimiento a sus importantes éxitos, el Presidente Díaz le integró como miembro de su Estado Mayor en 1891, encargándole importantes misiones.
En 1895, el Presidente Díaz le nombró como Jefe Político de la ciudad de Oaxaca, para apoyar al entonces gobernador, General Martín González; residiendo en Oaxaca desde aquel año de 1895 y hasta 1901. Entre las obras materiales que entonces se concluyeron en aquella capital bajo supervision del Coronel Benítez, destacan: la pequeña fuente de San Juanito, la entonces Calzada Porfirio Díaz, la Cárcel Municipal, las Oficinas de los Juzgados, el ala sur del Instituto del Estado, la Estatua de Miguel Hidalgo, y la entonces Calzada Morelos. En 1901 antes de solicitar su retiro como Jefe Político de aquella ciudad, el Coronel Benítez participó, junto con el ya citado Gobernador González, en la remodelación de la Plaza Mayor, siendo el actual quiosco de la misma, un mudo testigo de aquella obra que ha permanecido hasta nuestros días.
Fue también Diputado por Jalisco al Congreso de la Unión en varias legislaturas.
En 1903 recibio su Patente de Retiro del Ejército con el grado de Coronel del Ejercito Permanente.
El Coronel Prisciliano M. Benítez casó en Guadalajara, el año de 1889, con Mariana Ibarra Colaso (hija de Antonio Ibarra Esparza, y de Antonia Colaso Patiño); siendo padres, entre otros, del notable historiador tapatío Ing. José R. Benítez Ibarra (1880–1957).
Falleció en Guadalajara, el 30 de Julio de 1905; sus restos mortales partieron de la casa de su morada situada en el número 32 de la calle del Santuario, siendo inhumado en el Panteón de Mezquitán.
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